
“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera.”
José Guadalupe Posada.
«La Calavera Garbancera» representa al pueblo, a su carácter desenfadado festivo, a la situación de la época. Era aquel que, a pesar de tener sangre indígena, pretendía ser europeo y renegar su propia cultura, situación que condenaba. Su calavera con sombrero pretende aparentar lo que no es.

José Guadalupe Posada (1852-1913), célebre grabador, hacía e ilustraba una crítica social que evidenciaba la desigualdad e injusticia en el país y en la sociedad porfiriana, corridos, historias, personajes,…
Posteriormente, Diego Rivera la readaptó y bautizó como «La Catrina», y añadió nuevos atributos, ropa, porte y elegancia en su mural “Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central”.

Hoy, la catrina ha salido de los límites de lienzos y grabados para ser parte de la cultura viva mexicana, de sus usos y costumbres.
La Catrina es parte de «lo mexicano» y de su posición frente a la muerte.
La observa, se la acerca, la hace parte de su entorno, de su arte, y es una artesanía que simboliza el mestizaje y resalta la riqueza formal y espiritual del país.
Nota: Güero es un adjetivo de uso coloquial en México para referirse al que es rubio o de piel blanca.